Los impulsores de negocio, que incluyen departamentos como ventas, marketing y estrategia, se centran principalmente en métricas de mercado y resultados financieros. Su lenguaje es el de los ingresos, la cuota de mercado, los objetivos de ventas y la diferenciación competitiva. Sus cronogramas están dictados por la urgencia de los resultados trimestrales, las presiones del mercado y la necesidad de responder rápidamente a las acciones de la competencia.